Libertad para andar con confianza

  Una de las cosas que vino a traer Jesús con su muerte en la cruz fue abrir el velo para que pudiéramos entrar en el Lugar Santísimo que es el lugar donde mora Dios. Dios siempre quiso tener comunión con la humanidad, pero a raíz del pecado el hombre comenzó a alejarse de Dios y a perder los beneficios de esa comunión. Jesús abrió el camino a través de Su sacrificio y nos da la oportunidad de entrar a Su presencia todos los días. En el Antiguo Testamento, Dios le dijo a Moisés y a su pueblo que no debía acercarse a ese lugar cualquier persona. Sólo el sumo sacerdote podía entrar a ese lugar una vez al año. A través de Jesús . que es nuestro Sumo Sacerdote, podemos tener acceso a la presencia de Dios todos los día de nuestra vida y así no dependeremos de ningún sacerdote humano que es falible.

"En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron. " (Mateo 27:51)l

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