Un camino de sufrimiento

     En este Viernes Santo, acompañemos a Jesús en la "Vía Dolorosa" siguiendo sus últimos pasos hacia el Calvario. Es un momento de serenidad y profunda reflexión, así que baja tu ritmo mientras nos encontramos con el Dios vivo, aquel que, en este día de gran significado, abrazó la muerte por nosotros para liberarnos de nuestros pecados.

 Isaías 53:4-6 explica más detalles de los sufrimiento de Jesús en la cruz. Esto ya estaba profetizado años antes de que Jesús viniera a este mundo. El Viernes Santo es un día lleno de tensión, angustia y drama. EL teólogo Philip Yancey, lo describe de esta manera: "El poder del mundo, el sistema religioso más avanzado de su época, unido al imperio político más influyente, se enfrenta a una figura solitaria, el único hombre perfecto que ha vivido jamás." 

En la época de Jesús, sus seguidores probablemente se hacían esta pregunta: "¿Cómo llegamos a esta situación?" El apóstol Juan nos ofrece una descripción breve de la crucifixión de Cristo. A medida que escuchamos los escalofriantes gritos de "crucíficale" en la distancia, Juan registra lo siguiente. En Juan 19:17-19 vemos todos los detalles de la crucifixión del Señor Jesús de que fue crucificado en el Monte Calvario y fue escrito un letrero que decía: "Jesús nazareno, Rey de los judíos." Esta declaración irónica resultó ser más cierta de lo que nadie en ese momento entendía y también nos sirve como un recordatorio conmovedor en la actualidad. Jesús no es solamente el Rey de los judíos, sino el Rey supremo y sin igual de todo el universo, el Rey de reyes por excelencia.

 Esta verdad es lo que hace que hoy sea tan increíble. El autor Mark Hart lo expresa así: "El milagro del Viernes Santo es que no hubo milagro. Innumerables ángeles permanecieron de pie- con las espadas envainadas- observando como el Hijo ocupaba nuestro lugar." La disposición de Cristo a obedecer hasta la muerte es la razón por la que hoy no es tan sombrío como podría serlo. A pesar de todo el sufrimiento, la victoria se está gestando. El plan de redención estaba en marcha y de la angustia surgía una nueva esperanza. Hoy es el día de recordar la muerte de Jesús en la cruz y darle gracias por Su amor y rendirnos a Él. Que su poder redentor transforme nuestro corazón.


" Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados. Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él el peso de nuestros pecados." (Isaías 53:4-6).

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