El sufrimiento de Job

  Hay momentos en la vida en los que el dolor se siente demasiado pasado como para cargarlo solos. En estas circunstancias, debemos recordar la historia de Job.

 Sus amigos no ofrecieron soluciones rápidas ni palabras vacías. Se sentaron con él en silencio, durante siete días y siete noches, compartiendo su sufrimiento. Este tipo de apoyo puede ayudar más que cualquier otra palabra. 

 La Biblia nos dice que los amigos de Job lloraron, rasgaron sus vestiduras y se sentaron en silencio a su lado (versículos 12-13). Ellos no intentaron "arreglar" la situación u ofrecer respuestas. Simplemente estuvieron allí con él.

 Cuando estamos solos, es más fácil perder la esperanza. El aislamiento nos lleva a lugares oscuros donde Satanás nos tienta a tener pensamientos de desesperanza. Pero la presencia de alguien junto a nosotros es como un faro en la oscuridad, un recordatorio de que no estamos solos.

 No siempre es necesario llenar el aire con palabras. A menudo, el amor y el apoyo se sienten más profundamente en el tranquilo espacio del ser y el estar. Es en este silencio compartido donde experimentamos un reflejo tangible del amor y el consuelo de Dios. 

  Si alguna vez te has preguntado qué hacer cuando alguien está sufriendo, el regalo de tu presencia es un buen punto de partida. Al sentarnos en silencio con aquellos que sufren, permitimos que Dios obre a través de nosotros. En ese poderoso silencio, les recordamos que son vistos y amados por un Dios que nunca los abandonará. 

  Aprendamos el arte de la presencia amorosa. En este simple pero significativo acto, Dios se manifiesta, sanando el corazón y renovando la esperanza. Nosotros, en silencio y en amor, somos sus manos y pies en un mundo herido.

  " El Señor le respondió: ¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay nadie en la tierra que se le compare? Es un hombre de conducta intachable; no le hace mal a nadie, y es temeroso de Dios. Tú me incitaste a hacerle daño, y a que sin ningún motivo lo arruinara, y aun así el sigue siendo un hombre intachable." (Job 2:3).

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