El superintendente de construcción

  En esta ocasión hablaré acerca de la obra del Espíritu Santo que produce en nuestros corazones y está basado en 2 Corintios 3:16-4:1 donde Pablo escribe acerca de que como crisitanos tenemos un privilegio aún mayor que el pueblo de Israel en el Antiguo Testamento ya que el Espíritu Santo produce vida en nuestros corazones y nos libera de malas actitudes como la pereza que es una de las cosas que ofenden al Señor al no ser productivos con las cosas que Él nos ha dado, ya que Él nos diseño para trabajar.

 Otra cosa con la que lastimamos al Señor es en cómo tratamos a los demás ya que el Señor desea que nos tratemos con amor los unos a los otros y finalmente otra cosa que nos puede alejar de Él es el desánimo y nos puede hacer retroceder en nuestra vida espiritual. El Espíritu Santo dentro de nosotros nos capacita para vencer la pereza y hacernos más productivos, a tratar mejor a los demás y seguir adelante en la vida haciendo a un lado el desánimo.

 "Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor." (2 Corintios 3:18).

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