Resistiendo a la bendición

  Ayer vimos acerca de el encuentro que tuvo Pablo con Jesús en el camino a Damasco y hoy hablaremos acerca de otro personaje de la Biblia llamado Jacob que fue uno de los patriarcas de la nación de Israel. Este hombre fue muy conocido por ser muy astuto y engañador y eso le trajo problemas con su padre y su hermano al robar la bendición que era para Esaú. Después de un tiempo de vivir y trabajar para Labán, con la ayuda de Dios Jacob decide regresar a su casa que era la tierra que Dios le había prometido a sus descendientes. Finalmente, Jacob después de ver lo que iba a hacer para su reencuentro con Esaú tuvo un encuentro con Dios en la madrugada donde él se aferró a la bendición y esto es algo muy importante ya que a partir de ahí Jacob deja de ser un hombre mentiroso y empieza a caminar verdaderamente con Dios.

Hasta su nombre fue cambiado de Jacob a Israel que significa " el que lucha con Dios" y esto nos enseña que sin importar nuestro pasado, Dios anhela liberarnos de todo eso y que lo tengamos a él como primer lugar en nuestra vida. Esto lo entendió Jacob cuando después de que su familia y sus posesiones las quiso poner a salvo, ahora se da cuenta de que Dios es todo lo que necesita. 

Debemos entender que sólo Dios es suficiente nuestra vida si lo reconocemos y hacemos a un lado las cosas de este mundo. Sólo así Dios nos puede liberar; de otra forma no lo hará.

" Pero cuando ese hombre vio que no podía vencerlo, lo golpeó en la coyuntura de su muslo, y en la lucha el muslo de Jacob se descoyuntó. El hombre dijo: "Dejáme ir, porque ya está saliendo el sol." Pero Jacob le respondió: "No te dejaré it, si no me bendices." (Génesis 32:25-26).

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