Libertad para no defenderme (parte 2)

  En esta ocasión seguiré hablando del mismo tema de ayer que habla acerca de la libertad que tenemos para no defendernos de falsas acusaciones. Jesús es nuestro máximo ejemplo en cuánto a no defendernos de las malas acusaciones. Él fue vituperado y calumniado, pero Él permaneció en silencio. Cuando fue llevado a juicio ante el sumo sacerdote y Pilatos , él decidió callar y no responder ante las falsas acusaciones. Nosotros también estamos llamados a no responder ante las falsas acusaciones, mejor dejemos que Él se encarge de nosotros y nos defienda. Debemos seguir los pasos de Jesús si decimos ser sus discípulos, de lo contrario, no lo estamos representando a Él.

"  Se verá angustiado y afligido, pero jamás emitirá una queja; será llevado al matadero, como un cordero; y como oveja delante de sus trasquiladores se callará y no abrirá su boca." (Isaías 53:7).

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