¿Quién es más rico?

  En una ocasión, un joven rico se acercó a Jesús y le preguntó que tenía que hacer para obtener la vida eterna. Jesús le dijo que porque le llamaba bueno si sólo el único bueno por naturaleza es Dios ya que este joven llamó a Jesús maestro bueno pensando que era como cualquier maestro moral pero Jesús es más que eso ya que Él es Dios encarnado y Él nos enseña como vivir una vida mejor. Jesús le cita varios de  los mandamientos a este hombre y este hombre dice que los ha guardado todos desde su juventud y Jesús que conocía su corazón tal como nos conoce perfectamente a nosotros le dice que para seguirlo debe dejar todo y vender sus posesiones a los pobres. Charles Wesley abrió una estrofa de su himno Jesús, amante de mi alma, con este pensamiento admirable: Tú, oh Cristo, eres todo lo que anhelo; más que todo hallo en ti.

Wesley sigue hablando de cómo Cristo puede levantar a los caídos, animar a los cansados, sanar a los enfermos y guiar a los ciegos. Parece asegurar que la respuesta a cualquier necesidad humana es en Jesús. Lo que requiera yo que se haga dentro de mí o para mí, Él es capaz de efectuarlo. Las líneas iniciales, sin embagro, sugieren otro enfoque. No se refieren a las dádivas de Dios o a sus proezas, sino a Cristo mismo, porque Él es mejor que cualquier cosa que realice por nosotros. Wesley parece estar afirmando que Cristo es suficiente; tenerlo a Él nos basta y así no nos falta nada.

"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." (Filipenses 1:21)

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