Apretados y empujados

  A veces las circunstancias nos empujan a ir hacia Dios, ya que nuestros recursos no son suficientes. Un ejemplo claro de esto fue cuando Jesús fue a una boda en Caná de Galilea y realizó su primer milagro allí. Los huéspedes no tenían tanto vino y tuvieron que venir a Jesús, lo cual fue una buena decisión, ya que convirtió el agua en vino y les alcanzó para todos en la boda. Este milagro simboliza el gozo y la alegría que trae Jesús cuando llega a nuestra vida, ya que nuestros propios recursos no nos alcanzarán para satisfacer  nuestros anhelos más profundos. Jesús quiere entrar en nuestra vida para hacer grandes cosas en nosotros y a través de nosotros. Sólo demoslé la oportunidad de que Él lo haga y tome control de nosotros.

" Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea; y allí estaba la madre de Jesús. También Jesús y sus discípulos fueron invitados a la boda. Cuando se terminó el vino, la madre de Jesús le dijo: Ya no tienen vino. " (Juan 2:1-3).


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