La Palabra de Dios

   El mundo carece de personas que arriesgan su vida por proclamar la Palabra de Dios. El rey Acab de Samaria invitó al rey Josafat de Judá a que fueran a la guerra contra Siria. Antes de que fueran, Josafat le dijo al otro monarca: "Pero te sugiero que antes consultes qué dice el Señor al respecto." (1 Reyes 22:5).Acab llamó a 400 profetas para que le dijeran que sucedería con él durante la batalla, y la mayoría respondió positivamente diciéndole que él vencería en la batalla.

 Pero había un profeta verdadero de Dios llamado Micaía que le anunció lo que Dios ya había dicho en el cielo que el profeta Acab moriría en la batalla y que un espíritu maligno inspiraría a esos 400 profetas a decir mentiras. Acab mandó encarcelar a Micaías por haberle dicho la verdad y finalmente se cumplió lo que Dios ya había dicho con respecto a lo que sucedería en la batalla. A veces, proclamar la verdad de la Palabra de Dios va a ser algo desafiante, pero es necesario decirlo en un mundo lleno de confusión. Necesitamos ser como Micaía y varios profetas de Dios que arriesgaron su vida por proclamar el mensaje de Dios.

"  Pero Micaías respondió: Juro por el Señor, que sólo diré lo que el Señor me ordene decir." (1 Reyes 22:14).