Hazme un cautivo, Señor

  Una parte importante en nuestra existencia humana es que tenemos hambre de la presencia de Dios. Eso forma parte de nosotros ya que fuimos hechos de esa manera. Por más que la gente niegue que no somos religiosos, fuimos diseñados de esa forma. Necesitamos cultivar esa hambre de Su presencia y de Su Palabra cada día más para llegar a conocer mejor a nuestro Dios. Pablo en su carta a los Romanos les escribe que ya no somos esclavos del pecado, sino que ahora somos siervos de Dios para hacer la justicia. Muchos de los cristianos en el tiempo de Pablo tenían un concepto en cuanto a la gracia de que si más pecaban, más gracia obtenían porque ya no vivían bajo la ley, sino bajo la gracia. Pero nosotros estamos llamados a vivir en santidad para Dios y apartarnos del estilo de vida pecaminoso del mundo.

" Hablo en términos humanos, por la debilidad de su naturaleza humana. Así como para practicar la iniquidad presentaron sus miembros para servir a la impureza y la maldad, ahora, para practicar la santidad, presenten sus miembros para servir a la justicia." (Romanos 6:19).

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