La ceguera espiritual

  En Marcos 8, leemos acerca de cuando Pedro confesó a Jesús como el Mesías y después Jesús les anuncia que iba a sufris y morir en una cruz. Pedro es reprendido en su arrogancia por haber tenido su propia definición del Mesías  y vemos que esta sección empieza con la curación de un hombre ciego y termina con la curación de otro. En estos relatos vemos que a los discípulos les cuesta trabajo entender el mensaje de la cruz y en contraste Jesús sano a dos hombres ciegos a inicios de esta sección . Antes de la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, leemos la historia del ciego de Betsaida, que es traído a Cristo, y es tocado por él. Luego, en el capítulo 10, vemos a otro ciego llamado Bartimeo que Jesús sanó.

 Creo que Marcos debe comunicar un mensaje teológico por estas anécdotas. Jesús no tuvo ninguna dificultad al sanar al ciego de Betsaida ni a Bartimeo; la dificultad fue con la ceguera de sus propios discípulos. Esta ceguera que ellos tenían era de tipo espiritual ya que aunque si andaban con Jesús, pero todavía no entendían bien que era Él .

 Jesús es capaz de curar la ceguera física con la manifestación de su poder, sólo tiene que pronunciar la Palabra y hacerlo. ¿Pero sabemos que se requiere para quitar nuestra ceguera espiritual? No tiene que ser a través del poder, sino a través del auto-sacrificio divino. No hubo otra manera de  rescatarnos y redimirnos excepto que Cristo sufriera. No le dolió crear el universo por Su Palabra, pero para que un pecador, como tú y yo, fuera rescatado, era necesario que él saliera de Su trono, que dejara a un lado sus atributos, y se hiciera como uno de nosotros. Tenía que sufrir y morir. Ni siquiera Dios se atrevió a perdonar sin el sacrificio.

" Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el ciego recobró la vista y pudo ver a todos de lejos y con claridad." (Marcos 8:25).

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