La ley escrita en nuestro corazón

  Dios reveló su ley a Moisés en el Monte Sinaí para dar a conocer su cáracter y su naturaleza y no para cumplir ciertos requerimientos como muchos han creído a lo largo del tiempo. A veces se le hace a uno díficil cumplir con la ley de Dios, ya que en nuestras propias fuerzas fallamos y somos incapaces de cumplir todos los mandamientos. Jesús cuando vino a esta tierra enseñó mucho acerca de la Ley en cada conversación que tuvo con varias personas que tuvieron encuentros con Él. Con la mujer samaritana sacó a relucir su condición de adulterio, también con el hombre rico le citó los diez mandamientos y le dijo que vendiera todo lo que tenía e igual con Zaqueo que devolvió cuatro veces lo que tenía. Jesús en el Sermón del Monte habló varios de los mandamientos y les devolvió el significado que tenían originalmente y dijo que Él vino a cumplir la ley, no a abolirla como muchos pensaban en ese entonces y explicó que el asesinar es igual a odiar a  las personas y que el adulterio iba más allá del acto físico. Dios a través del profeta Jeremías dijo que haría un nuevo pacto con su pueblo y que escribiría su ley en su mente y en su corazón  (Jeremías 31:33). La ley puede cumplirse en nuestras vidas sólo a través de la guía del Espíritu Santo, de lo contrario, fracasaremos.

  "No piensen ustedes que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. " (Mateo 5:17).