La realidad de la comunión

    A veces tenemos mucho a olvidar la realidad de los símbolos que hay detrás de la Cena del Señor. Nos enfocamos mucho en los símbolos que olvidamos la realidad que es el cuerpo de Jesús entregado por amor a nosotros. Jesús fue quebrantado para que nosotros tuviésemos vida, y de la misma manera debemos ser quebrantados para que otros obtengan salvación. Tenemos que compartir los sufrimientos de Cristo por el bien de otros. Así la gente se verá alcanzada a través de nuestros sufrimientos para que vean a Cristo en nosotros. Muchos se acercan a recibir el pan y la copa, pero se olvidan de la realidad que hay detrás de ellos. Dios no podía eximirse del sufrimiento porque la única fuerza salvadora es el amor sacrificial, entregado a algo más grande y fuera de sí misma. Jesús se entregó al Padre en su muerte y lo que hoy nos ofrece es su vida. 

" Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego lo partió y se lo dio a los discípulos, y les dijo: Tomen, coman; esto es mi cuerpo. " (Mateo 26:26).

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