Que la meditación de mi corazón sea grata

  El salmista en los ultímos versículos del salmo 19 le pedía a Dios que sus pensamientos y corazón sean agradables delante de Dios, ya que a pesar de que conocía a Dios de mucho tiempo de repente tenía sus luchas. Después de declarar la grandeza de Dios en la creación y la importancia de la Palabra de Dios en la vida de un creyente, termina declarando que todavía tiene pecados ocultos en su corazón y le pide a Dios que lo libere de cometer maldades en su corazón. En nuestro corazón, todavía hay cierta tendencia a hacer lo malo. Por lo tanto, debemos pedirle a Dios que quite esos malos pensamientos para que podamos agradarle con nuestra vida. Esto nos ayudará a vivir una vida mejor que le agrada a Dios. El ser honestos con nuestras debilidades y traerlas delante de Él.

" ¡ No permitas que la soberbia domine a este siervo tuyo! ¡Líbrame de cometer grandes pecados, y nadie podrá entonces culparme de nada! Tú, Señor, eres mi roca y mi redentor; ¡agrádate de mis palabras y mis pensamientos! " (Salmo 19:13-14).

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