La tentación

  Vemos que la tentación es algo con lo que luchamos todos los seres humanos y por lo tanto, no es pecado en sí mismo. Jesús también fue tentado porque se identificó con nuestras debilidades, pero no pecó. Él es nuestro máximo ejemplo en cuánto como enfrentar la tentación. A veces la tentación no es pecado, sino que es una invitación a pecar. Sólo cuando consientes con el pecado, caes en tentación. Eva al ver el fruto que había en el árbol no estaba pecando sino hasta que agarró del fruto y lo comió. Debemos evitar la tentación a toda costa y pedirle a Dios que nos ayude a vencer la tentación.

   "Dichoso el que hace frente a la tentación; porque, pasada la prueba, se hace acreedor a la corona de vida, la cual Dios ha prometido dar a quienes lo aman. " (Santiago 1:12).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La quinta sinfonía de la fe

El Dios que te restaura

El Espíritu Santo da testimonio