El hijo pródigo

 Vemos en una historia que contó Jesús a Sus enemigos que eran los fariseos y los saduceos que lo criticaban por juntarse con pecadores. Jesús les explica cuál es el próposito de Su venida que es salvar y rescatar a los pecadores. Eso es lo que celebramos en estas épocas de Navidad: el nacimiento de Jesús que vino para salvarnos y rescatarnos de nuestros pecados ya que todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Todos necesitamos a Dios en nuestras vidas y a veces somos como el hijo pródigo que nos queremos alejar de Dios para llevar nuestra vida lejos de Su presencia y probar todos los placeres del mundo. Pero los que verdaderamente aman a Dios se dan cuenta de que las cosas del mundo no pueden llenar sus vidas y terminan regresando a Dios. Es lo que Él desea cada día de nuestras vidas: que nos arrepintamos de nuestros pecados y volvamos a Él y quiere celebrar con nosotros como lo hizo el padre con su hijo pródigo. El corazón de Dios está lleno de gracia y perdón para aquellos que se acercan a Él y se arrepienten de Sus pecados.

   " Les digo que así también será en el cielo: habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse. " (Lucas 15:7). 

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