De agua amarga a agua dulce

  Vimos ayer que los israelitas enfrentaron ciertas dificultades al salir de Egipto ya que Dios les envío pruebas para que aprendieran a confiar en Él. A veces como cristianos en nuestro caminar con Dios vamos a enfrentar pruebas y dificultades para que aprendamos a confiar en Dios, ya que sin esas dificultades no nos podríamos ver la mano de Dios en nuestras vidas. Los israelitas después de haber cruzado el Mar Rojo, alabaron a Dios por Su liberación de mano de los egipcios e inmediatamente se quejaron porque no tenían pan y agua en el desierto. Le decían a Moisés que mejor se hubieran quedado en Egipto pero Moisés les dice que confíen en Dios. Así a veces somos nosotros como los israelitas que después de haber visto la mano de Dios en nuestras vidas, nos quejamos y dudamos de la bondad de Dios en nuestras vidas. Pero en todo tiempo debemos estar agradecidos por lo que Él nos da y no dudar de Él ni quejarnos. Nuestra meta final es llegar a ser como Cristo, las circunstancias no son nuestra meta final.


 " Allí el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué vamos a beber? Entonces Moisés pidió ayuda al Señor, y el Señor le mostró un árbol. Moisés le echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí el Señor les dio estatutos y ordenanzas, y los puso a prueba. " (Éxodo 15:24-25).

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