El fin de años de sufrimiento

  Muchas veces hemos querido algo de parte de Dios y no lo recibimos porque no queremos. En una ocasión, Jesús quiso sanar a un hombre paralítico y ese hombre no quería recibir esa sanidad que Jesús quería darle ya que el creía que sólo que los ángeles podían mover el agua en el estanque que era donde cojos, ciegos y paralíticos recibían un milagro de sanidad con sólo meterse al agua. Pero Jesús vio su necesidad de este hombre y quiso sanarlo después de 38 años de estar paralítico. Finalmente, este hombre caminó y varios de los líderes religiosos al final lo cuestionaron porque fue sanado en sábado. A veces nos cuesta trabajo creer en los milagros, pero vemos que estos son una demostración de Su poder y Su gracia en nuestras vidas.


 "Después Jesús lo encontró en el templo, y le dijo: Como puedes ver, has sido sanado; así que no peques más, para que no te sobrevenga algo peor. " (Juan 5:14).

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