Orgullo quebrantado

  En una ocasión, vemos que Eliseo, uno de los profetas del Antiguo Testamento, mando a Naamán a lavarse 7 veces en el Río Jordán para que fuera sano. Uno de los mayores retos que enfrentamos en nuestra vida es con nuestro orgullo ya que nosotros mismos somos nuestros enemigos. A veces queremos hacer las cosas a nuestra manera y aún conociendo a Dios queremos hacer las cosas a nuestra manera. Pero debemos tener humildad en nuestro corazón para hacer la voluntad de Dios y así veremos Su mano en nuestras vidas. Naamán, que fue un general del ejército sirio, pidió a alguien si conocía a alguien que lo podía sanar y una muchacha que era sirvienta en su casa, le dijo acerca de Eliseo. A veces somos llamados como esta muchacha a dar testimonio de Jesús en cualquier lugar en donde estemos. Sólo hay que ser humildes para estar dispuestos a hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas.

 " Y Naamán fue a ver a Eliseo, y al llegar a la puerta de su casa se detuvo, con sus caballos y su carro de guerra. Entonces Eliseo mandó un mensajero a que le dijera: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne volverá a ser como antes era, y quedarás limpio de tu lepra. " (2 Reyes 5:8-9).

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