David, el fugitivo

  Hemos estado estudiando esta semana sobre la vida de David ya que fue un hombre importante el cual Dios escogió desde muy joven y vemos como fue desarrollando su carácter con el paso de los años y cuáles fueron sus roles y habilidades. ¡ Es realmente maravilloso que podemos extraer lecciones a través de los fracasos de su vida!

   Ayer vimos como David se convirtió en héroe y valiente guerrero en Israel. En cierta ocasión, vemos como Saúl y David regresaron de una batalla y varias mujeres los recibieron con danzas y música y reconocieron que David había matado a 10,000 personas lo cual llenó de celos a Saúl y que la envidia dominara su corazón a tal punto que quería matar a David. Desde 1 Samuel 18, David intentó huir, escondiéndose de Saúl ocultándose en cuvas y desiertos, y fue en ese tiempo donde escribió varios salmos que hablan de su fe en Dios. 

 David tuvo varias oportunidades de vengarse de Saúl, pero él eligió perdonarlo y eligió obedecer a Dios en lugar de actuar por su propio interés por alcanzar el trono. Parecía que todo iba mal para David, pero internamente en su corazón ocurría todo lo contrario. En este período de sufrimiento, él creció espiritualmente, su fe y confianza en Dios se volvieron más fuertes. En medio del dolor y del desierto, David conoció a Dios de una manera más profunda. El Señor fue su alegría en la tristeza, fortaleza en la debilidad, refugio en la fuga, y escudo y salvación frente al enemigo. Es en los momentos díficiles donde es probado nuestro corazón para ver si estamos dispuestos a confiar en Dios o no. Muchos personajes de la Biblia fueron perfeccionados por el sufrimiento. Igual nosotros somos perfeccionados a través del sufrimiento.

" Al día siguiente, el espíritu maligno enviado por Dios atacó a Saúl, y éste andaba como loco toda la casa. Y mientras David tocaba el arpa, como todos los días, Saúl andaba con una lanza en la mano. De pronto, Saúl arrojó la lanza contra David, esperando dejarlo clavado contra la pared. Pero David lo esquivó varias veces. " (1 Samuel 18:10-11).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La quinta sinfonía de la fe

El Dios que te restaura

El Espíritu Santo da testimonio