David, un pastor de ovejas

       David es uno de los personajes más destacados de la Biblia. Dotado de mútliples talentos, se desempeñó como un pastor entregado, músico talentoso, poeta inspirador, escudero leal, guerrero valeroso, administrador prudente y es conocido como uno de los reyes más ilustres de Israel. No obstante, al igual que cualquier otro ser humano, David tenía sus debilidades y pasiones, que en ocasiones lo condujeron a errores significativos.

     A lo largo de esta semana, reflexionamos sobre este gran hombre, su carácter, personalidad, funciones, responsabilidades, victorias y fracasos. Mediante su historia y experiencias, extraeremos valiosas lecciones de vida. Cada día, examinaremos una característica distinta de este hombre de Dios. Hoy empezaremos por "David, el pastor." 

     La vida de David empieza en un entorno sumamete modesto. En la cultura hebrea de aquella época, el primogénito disfrutaba de un estatus y privilegios superiores a los de sus hermanos. Siendo David el menor de ocho hermanos, se le consideraba el menos relevante y a menudo ignorado por su padre. Esto quedó evidenciado cuando el profeta Samuel visitó a su familia. Isaí presentó a todos sus hijos, empezando por el primogénito, excepto a David, quien se encontraba en el campo, de hecho, Samuel tuvo que insistir a Isaí para que trajera a su hijo menor.

  David, como hijo menor, recibió una tarea modesta: cuidar los rebaños de su padre. Sin embargo, este rol le brindó una de las experiencias más valiosas que forjaron su carácter desde temprana edad, preparándolo para un futuro reinado.

" Samuel tomó entonces el cuerno donde llevaba el aceite, y lo ungió como rey en presencia de sus hermanos. Y a partir de ese día el espíritu del Señor estuvo sobre David. Después de eso, Samuel regresó a Ramá. " (1 Samuel 16:13).

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