5 mentiras que solemos creer sobre nuestra identidad

  ¡Un gusto poder empezar este devocional! Hay que recordar que sin importar las circunstancias por la que estés atravesando, dedicar un tiempo para buscar la presencia de Dios nunca es un tiempo perdido, al contrario, es algo muy beneficioso para tu bienestar.

 A lo largo de estas semanas, hemos explorado una de las preguntas más importantes de la vida: ¿Quién soy?

 Esta interrogante nos ha acompañado en el transcurso de nuestra existencia como música de fondo. Nos sigue a todas partes y a menudo nos encontramos frustrados al tratar de resolverla por nuestra cuenta.

 En las últimas dos semanas, hemos analizado algunas respuestas que la Biblia nos da a esta pregunta. Sin embargo, todos sabemos lo díficil que puede ser aplicar esas verdades en nuestra vida diaria.

 A veces parece que la Biblia nos susurra quienes somos, ¡pero el mundo nos grita todo lo contrario!

 Por ello, esta semana seremos muy prácticos y expondremos algunas de las mentiras sobre nuestra identidad con las que somos engañados. Estas ideas, en sí mismas, pueden no parecer problemáticas, pero en realidad representan un impacto negativo en nuestra autoestima y en cómo nos vemos a nosotros mismos.

 A la luz de la Palabra de Dios, expondremos cinco mentiras, y adoptaremos algunas verdades que nos ayudarán a desarrollar una autoestima saludable y a enfocarnos en la verdadera identidad que Dios nos ha dado.

  ¡Este viaje será un viaje increíble!

Las cinco principales mentiras que afectan a nuestra identidad son: Soy lo que tengo. Soy lo que hago. Soy lo que los demás dicen o piensan de mí. Soy lo que siento. Soy mi peor momento.

De esta lista, ¿hay alguna que te llame la atención en particular?

 Estas cinco mentiras son unas trampas que intentan definir nuestra identidad basándose principalmente en nuestras posesiones, eficacia, popularidad, percepción o remordimiento. Pero todo esto pierde importancia cuando recordamos que somos hijos elegidos de Dios, hechos a su imagen y semejanza, con un destino increíble por delante.

 Las mentiras son apenas un contenedor demasiado pequeño para abarcar la totalidad de lo que Dios nos ha llamado a ser.

 Escucha de nuevo estas palabras del pasaje de hoy: " Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo..." Como puedes ver, eres mucho más de lo que tienes, de lo que haces y de lo que los demás piensen de ti. No olvides, que no te definen tus sentimientos ni tus peores momentos: eres escogido, santo, sin mancha, en pocas palabras, eres un hijo amado de Dios.

 Si nuestra valía está determinada por las fuerzas externas que el mundo valora, siempre experimentaremos fluctaciones en nuestra autoestima conforme cambien las mareas de popularidad o promoción.

 Sin embargo, Jesús nos ofrece un camino mucbo mejor. 

La identidad que nos propone la Biblia no se basa en lo terrenal, sino en lo celestial, tampoco en lo temporal, sino en lo eterno. No cambia ni se altera, independientemente de nuestras circunstancias.

 Si construimos nuestra identidad en la verdad de la Biblia, estaremos seguros y confiados, sabiendo que nuestra autoestima viene de arriba, y no de las arenas movedizas del mundo.

Empecemos juntos esta nueva semana con una afirmación sobre la base del pasaje de hoy: "Soy escogido, santo, sin mancha y amado. Soy hijo de Dios. "

 " Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. En él, Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, para que en su presencia seamos santos e intachables. Por amor nos predestinó para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el benéplacito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado . " (Efesios 1:3-6).

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