Jonatán, el amigo fiel

   La sociedad de hoy vive en lo que el autor Zygmunt Bauman llama "Modernidad líquida." Este concepto habla de la creciente fragilidad de las estructuras sociales y de la dificultad de mantener las relaciones humanas. Lo vemos claramente en el aumento de enemistades, divorcios y relaciones pasajeras.

 Es como si todas las conexiones se deshicieran en un abrir y cerrar de ojos. Antes, la gente solía tener amigos para toda la vida, pero hoy en día, mantener una relación, sea amistad o inclusive matrimonio parece más díficil que encontrar una aguja en un pajar. La fidelidad y la verdadera amistad son como especies en peligro de extinción en esta avalancha de cambios rápidos. Esto también afecta a los creyentes.

 David, después de su victoria sobre Goliat, se muda para estar más cerca del rey Saúl, y es ahí donde nace una amistad duradera con Jonatán, el hijo del rey. ¿Recuerdas la historia?

 Jonatán, que iba a ser el próximo en el trono, acepta con beneplácito que Dios haya escogido a David. No hubo celos ni rabietas, al contrario, esto los une más. 

 Hoy, Jonatán nos da una hermosa lección: alegrarnos por la voluntad de Dios, aunque no sea lo que esperábamos. También nos muestra que debemos unirnos para ayudar y amar a quienes Dios ha escogido. Todos, al fin y al cabo, somos siervos del mismo Señor.

 Pero, por otro lado, Saúl se empeña en perseguir a David, y Jonatán, incluso poniéndose en riesgo ante su propio padre, salva la vida de su amigo. ¡Hasta le arrojaron una lanza en un arrebato de locura de Saúl! Pero Jonatán se mantuvo fiel hasta el final y nunca hubo egoísmo en su corazón.

  Y si hablamos de egoísmo éste está a la orden del día. Muchas personas solo piensan en sí mismos, y cuando ya no hay beneficios, desechan a sus amigos como un envase vacío. Pero es aquí donde debemos aprender de Jonatán, a ser amigos de verdad. Como dice Proverbios: "En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano." Esa es la idea: amar siempre, estar ahí en los buenos y malos momentos, en pocas palabras, ser un hermano de verdad.

 Hoy oro para que no caigamos en la trampa de estas relaciones líquidas. Que Dios nos ayude a nadar contracorriente y construir relaciones sólidas, especialmente con la familia. No podemos ver a la familia solo como un plan de respaldo en los momentos díficiles. Es en la familia donde practicamos el amor que Dios nos enseña, y ese amor es lo que fortalece nuestros lazos y nos ayuda a superar los desafíos.

Jonatán nos deja una lección clara sobre lo que significa ser un amigo de verdad: tener el coraje de defender lo justo, ser fiel sin importar las circunstancias y alegrarse por las victorias de nuestros amigos.

¡Que Dios te bendiga y te ayude a ser un amigo sólido y leal!

 " Allí Jonatán le dijo a David: Pongo por testigo al Señor, Dios de Israel, de que mañana a esta hora, o dentro de tres días, le preguntaré a mi padre si sus intenciones son buenas para contigo. Si no lo son, mandaré a alguien para que te avise. Si acaso mi padre piensa hacerte daño, que el Señor me castigue, y más aún, si no te lo hago saber, para que puedas ponerte a salvo. ¡Que el Señor esté contigo, como estuvo con mi padre!" (1 Samuel 20:12-13).

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