Conocer a Dios y conocer la esperanza

      Analicemos juntos el pasaje de hoy.

    En esta carta a los efesios, Pablo alienta a los creyentes, les dice que piensa en ellos y que están constantemente en sus oraciones. Luego les explica con mucha paciencia y detalle cuáles fueron las peticiones específicas que hizo a Dios en favor de ellos.

  La oración de Pablo está centrada en dos puntos principales, uno, que conozcan a Dios y dos, que conozcan la esperanza.

  Aunque la carta de Pablo está dirigida a la iglesia de Éfeso, sus oraciones son de gran relevancia para todos nosotros en nuestro caminar como creyentes.

  Como puedes ver, la oración de Pablo no se refiere a conocer a Dios desde nuestro intelecto o como un simple concepto. No pide que sepan más de Dios, sino que conozcan más a Dios. La diferencia es sutil, pero absolutamente vital y cambia todo respecto a la manera en la que entendemos y nos relacionamos con el Señor. Como dijo el evangelista Billy Graham: "La mayoría de nosotros sabemos de Dios, pero eso es muy distinto de conocer a Dios."

 No hay nada más maravilloso que conocer a Dios, y al igual que en nuestras relaciones humanas, existe una paradoja en nuestro caminar con él. Conocemos a Dios, pero sin una comunión constante no podemos conocerlo a profundidad.

  Por ejemplo: Cuando conoces a alguien por primera vez, es natural que no tengas una comprensión completa de quién es esa persona ni de cómo se comporta. Sin embargo, a medida que pasas tiempo con ella y estableces una conexión constante, comienzas a descubrir más detalles sobre su personalidad, intereses y valores. Es a través de esta comunión y contacto continuo que logras entender a la persona de manera más profunda y completa. De la misma manera, conocemos a Dios, pero hay mucho más de él por conocer y aprender durante nuestra existencia. Por eso es tan importante pasar tiempo a su lado todos los días. 

 Al convertir el conocimiento que tenemos de Dios en la mayor búsqueda de nuestra vida, todo lo demás encuentra, de alguna manera, su perspectiva adecuada. Como dice el autor J.I Packer: "Cuando te das cuentab de que el principal obejtivo de tu vida es conocer a Dios, la mayoría de los problemas se resuelven por sí solos." 

Ahora , enfoquémonos en el segundo punto de Pablo: conozcan la esperanza. Esta oración apunta al corazón de los creyentes de Éfeso.

 En conclusión, las dos grandes oraciones de Pablo por los creyentes de Éfeso están centradas en que ellos experimenten un mayor conocimiento de Dios cada día, y que la esperanza de su corazón aumente gradualmente. En otras palabras, que su relación y comunicación con Dios crezca para que puedan conocerlo perfectamente. Si Pablo estuviera orando por ti ahora, te aseguro que su petición sería exactamente la misma.

  Ambas oraciones están unidas en un solo propósito: cuando más grande sea nuestro conocimiento de Dios, mayor será nuestra esperanza. " Conocer a Dios es conocer la esperanza" , pero la firmación contraria también se vuelve una verdad indiscutible: " Sin Dios, no hay esperanza."

  Dios es el centro de todo y a medida que conocemos más sobre él, nuestra esperanza será mayor. En cambio, no pasar tiempo en su presencia nos hace sentir en un callejón sin salida. Al igual que nuestro cuerpo necesita de alimento, nuestro corazón parece estar lleno de esperanza. Esta es una necesidad profunda, un grito desde nuestro interior que sólo encuentra respuesta en Jesús. 

 " para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. Pido también que Dios les dé la luz necesaria para que sepan cuál es la esperanza a la cual los ha llamado, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos." (Efesios 1:17-18).

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