El amor es sacrificial

  Analicemos juntos el pasaje de hoy.

Piensa por un momento en aquella persona que amas profundamente. ¿Cuándo fue la última vez que te hizo reír? Regresa a ese momento. ¿Estás ahora sonriendo? El amor es una fuerza poderosa, incluso un destello de él puede cambiarte el día.

 Ahora, reflexiona sobre esto: Más allá de lo que consigue el amor, ¿sabes lo que realmente es el amor?

 Entender el amor en su sentido más profundo es díficil, sin embargo, el pasaje de hoy nos ayuda. El apóstol Juan, revela una verdad fundamental sobre la naturaleza de Dios que transforma nuestra forma de ver al amor. Dios no sólo muestra amor, sino que él es amor. En consecuencia, sólo podemos saber lo que es el amor cuando conocemos quién es Dios.

 Esta revelación es tan profunda que resulta abrumadora. Juan Clímaco, un monje del siglo VI, escribió: "Dios es amor. Por eso, quién quiera definirlo, intenta con ojos vendados contar la arena del oceáno. " Su punto es fácil de entender. Está diciendo que la naturaleza de Dios, definida como amor, es tan profunda que comprenderla es casi imposible. Pero no te preocupes por eso, aunque tal vez nunca comprendamos completamente el amor de Dios, eso no nos impide experimentarlo. Seguimos a un Dios con el cual nos relacionamos y que, por naturaleza, rebosa de amor por nosotros. Todo nuestro camino de fe está rodeado de amor.

 En una cultura donde la palabra  "amor" se usa para todo, desde "amo las hamburguesas" hasta "amo a mi mamá", debemos ser claros en cómo definimos el concepto. De lo contrario, tendremos una imagen confusa del Dios que "es" amor. 

 Después de que Juan revela que Dios es amor, nos ayuda a entenderlo: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados." Esta afirmación nos proporciona la reflexión clave de hoy: El amor es sacrificial.

 La muerte de Cristo en la cruz nos enseñó que el amor no es egoísta. Al contrario, se entrega por el bienestar de los demás. Si queremos ser como Jesús, nuestro amor no puede existir solamente en palabras, debe apoyarse en la acción, esto no es negociable. No hay verdadero amor sin sacrificio.

 Aunque se trata de un desafío, también es un estímulo. Con la actitud correcta, esto puede servirte de incentivo hoy. Al sacrificarte por amor en cualquier ámbito en el que te encuentres, estás representando a Jesús que primero se sacrificó por ti. Es un privilegio impresionante y maravilloso.

 El sacrificio de amor que hace un padre de familia al trabajar horas extra para alimentar a su hijo, refleja a Jesús. La persona que dedica su tiempo, noche tras noche, para acompañar a su amigo en el hospital, refleja a Jesús. El profesor agotado que no deja de impatir una clase es también un reflejo de Jesús. Y así la lista podría continuar.

 Hoy, sigue el camino del amor sacrificial. Ama radicalmente. Entrégate a los demás y encuentra al Dios que se entregó por ti. Él nunca te dejará con el corazón vacío.

  "Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. " (1 Juan 4:7-8).

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