La sabiduría es una persona

   Nuestra vida se enriquece de muchas maneras. En ocasiones, el aprendizaje que adquirimos viene de relacionarnos con los demás y en otras, de las experiencias personales que atravesamos. Es un hecho que escuchar puntos de vista de diferentes ángulos y atravesar circunstancias díficiles nos enseña a reaccionar ante circunstancias concretas. Sin embargo, la sabiduría sobre la que seguiremos profundizando durante los próximos días es algo que tiene menos que ver con el conocimiento, y más con el amor. Por tanto, no estamos hablando de un concepto, sino de una persona : Jesús, aquel que vino al mundo para revelar exactamente quién es Dios, quiénes somos nosotros y cómo debemos vivir.

 El pastor y autor Daniel Grothe definió esta virtud de la siguiente manera: "La sabiduría no debe confundirse con nuestra fascinación actual por los consejos positivos, los trucos de vida y las estrategias en cinco pasos para aprender a navegar la vida con más éxito... la sabiduría es más práctica... la sabiduría se encuentra al adorar- y sólo al adorar- a Jesús, la palabra de Dios hecha carne."

 Crecer en sabiduría, por tanto, no se trata de acumular conocimiento sino de encontrarse con Jesús. Por tanto, la sabiduría no es nada más conocimiento intelectual, sino poner en práctica lo aprendido en cuanto a las enseñanzas de Jesús. Es lo que cuenta finalmente.

 "A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca. " (Mateo 7:24-25).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La quinta sinfonía de la fe

El Dios que te restaura

El Espíritu Santo da testimonio