Libérate de la ansiedad

    Es un hecho, nuestra cultura está cada vez más llena de ansiedad. A pesar de los avances tecnológicos de nuestra época, nuestra vida se siente cada vez más inestable y el futuro más incierto que nunca. No es extraño escuchar que alguna persona cercana está luchando con la ansiedad e incluso algunos de nosotros ya hemos tenido que lidiar con ella. Además, el pasaje de hoy nos recuerda que, como seguidores de Jesús, tenemos un enemigo que "ronda como león rugiente, buscando a quien devorar." 

 Con todo esto en nuestra contra, seguir el camino correcto sin desviarnos de él, resulta increíblemente desafiante y por ello la Palabra de Dios nos anima constantemente a no darnos por vencidos diciéndonos una y otra vez: "No teman."

 En el pasaje de hoy, también recibimos palabras de aliento que no sólo nos dan esperanza, sino que nos brindan seguridad en las promesas del Señor. La Escritura nos recuerda: " Depositen en Dios toda ansiedad, porque él cuida de ustedes." ¡Qué hermoso es saber que el Señor no es ajeno a lo que vivimos en nuestra época  y que nos ofrece su presencia como un refugio para hallar su paz!

 Sin embagro, en medio de todas las voces que merecen nuestra atención, debemos escuchar la voz de Dios ya que esta nos animará a salir adelante en medio de las dificultades y el promete restaurarnos y fortalecernos en los momentos díficiles.

  "Descargen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes." (1 Pedro 5:7).