La alegría es un asunto serio

      Comencemos esta semana reflexionando en una de las virtudes del cáracter cristiano y este es el gozo. Muchos cristianos no tienen la idea de que Dios es alegre y que quiere compartir su gozo con nosotros, sus hijos. Esto debe ser motivo de mucha alegría ,ya que Dios en su gracia nos ha elegido para ser sus hijos. 

 En un mundo donde la alegría parece cada vez más díficil de alcanzar, contestar esta pregunta tiene una gran importancia para la vida de todos nosotros: ¿Al Señor le interesa que seamos felices? Sabemos que en el camino de la fe hay aspectos imprescindibles como el arrepentimiento, el perdón y la salvación, pero en medio de todo esto, ¿ la alegría debería ser algo que deberíamos perseguir con la misma intensidad? Si es así, ¿cómo comenzamos? Eso es precisamente lo que aprenderemos toda la semana. 

  El primer paso antes de emprender esta jornada es reconocer el contexto cultural en dónde nos desenvolvemos. Vivimos en un mundo acelerado que enfrenta sus propios desafíos, y aunque muchos de estos son los mismos contra los que hemos luchado desde hace siglos, otros son consecuencia de la modernidad. Parecería que todo está hecho para robarnos la alegría, ¿verdad? 

 Son tantas las distracciones a nuestro alrededor, que a veces, vivir en el presente, para contemplar la belleza de la vida, parece una misión imposible. Estamos tan enfocados en consumir desenfrenadamente ideas sobre cosas que aún no han pasado y en añorar un futuro que aún no llega, que olvidamos centrarnos en el hoy, en el presente que tenemos frente a nosotros. Y si por esto fuera poco, las redes sociales amplifican nuestra seguridad y nos muestran imágenes que despiertan nuestro anhelo por lo que no tenemos.

   Así que tomemos un tiempo para estar en la presencia de Dios y disfrutar del gozo que Él nos da. Sólo permaneciendo en Cristo podemos estar alegres. ¡Qué maravilloso!

  " Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo. " (Juan 15:11).

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