La prioridad perfecta

   Jesús sabía que sus seguidores tenían un grave problema con sus prioridades. La gente a su alrededor cargaba con el peso de sus ansiedades, desde la preocupación por la comida hasta la necesidad de que ropa vestirían.

  Sin embargo, el Señor no minimizó sus angustias, tampoco fingió que no eran importantes, y menos aún los avergonzó por lo que sentían. Todo lo contrario, Jesús los anima, y les recuerda que él no es ajeno a sus necesidades. Él está disponible para nosotros y sólo requiere que confiemos en Él.

  Este pasaje trae esperanza, especialmente si en este momento estás atravesando por dificultades y te sientes agotado con las responsabilidades de la vida cotidiana. Pero hoy el Señor te recuerda que él conoce cada una de tus preocupaciones aún antes de que tú se las digas.

  Sólo es necesario recordar que Dios cuida de nosotros así como cuida de las aves del cielo y viste a las flores del campo. Así podemos descansar en Él y saber que cuida de nosotros. Hay que buscar su reino primero y todo lo demás vendrá por añadidura.

  " Por lo tanto les digo: No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o que beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? "(Mateo 6:25).

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