Viste tu nuevo uniforme

   Piensa en tu equipo de fútbol favorito. Ahora imagina que uno de los mejores jugadores del mundo se ha unido a él, acaparando todos los titulares.

 Sin embargo, ocurre algo inesperado: tan solo unos días después, el jugador es visto de vuelta en su antiguo campo de entrenamiento, vistiendo los colores del equipo rival y entrenando con sus antiguos compañeros. Como todos sabemos, cuando un jugador firma contrato con un equipo nuevo, no vuelve a jugar con el anterior. ¿Te imaginas el gran escándalo que eso provocaría?

  Eso es precisamente el punto de Pablo en el pasaje de hoy. Has sido salvado, perdonado y liberado por Jesús, por tanto necesitas vestir los colores de tu nuevo equipo y olvidar las jugadas del anterior. ¡Has sido adoptado en la familia de Dios! Tu nueva rutina de entrenamiento ahora consiste en "vivir como hijo de la luz" en lugar de seguir involucrándote en "las obras infructuosas de la oscuridad." 

 Estamos llamados a andar en la luz y a hacer las obras de las tinieblas. Por lo tanto, juguemos en el equipo de la luz que está comandado por el Señor Jesús.

  " En otro tiempo, ustedes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz" (Efesios 5:8). 

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