La historia de Moisés

   Moisés es uno de los personajes más significativos del Antiguo Testamento. Su vida es una poderosa muestra del poder de Dios y de cómo el actúa. A través de Moisés, el Señor liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto y los guió con amor y paciencia en el desierto, llevándolos hacia la tierra prometida.

 Sin embargo, aunque la historia de Moisés como un gran líder de Israel es impresionante, él no siempre fue así. De hecho, cuando nos revela el pasaje de hoy, cuando el Señor le habló por primera vez, Moisés no sentía preparado para cumplir con la tarea que se le había encomendado. En lugar de aceptar confiadamente el mandato de Dios, su primera reacción fue cuestionar el plan diciendo: " ¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso?" 

 Después, hizo otro intento para librarse de la responsabilidad descalificándose a sí mismo: "Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra." 

 Y finalmente, cuando se dio cuenta de que sus excusas no eran suficientes para que Dios cambiara de opinión, simplemente dijo: "Señor, te ruego que envíes a alguna otra persona."

 ¿Te suena familiar esta situación?

 A veces queremos meternos en nuestra zona de confort para no hacer lo que Dios nos mandó a hacer. Es necesario hacer a un lado nuestra zona de confort para hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas.

 " Entonces Moisés le dijo al Señor: ¡Ay, Señor! Yo nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni ahora que hablas con este siervo tuyo. Y es que soy muy lento para hablar, y mi lengua es muy torpe. " (Éxodo 4:10).

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