Nunca te abandonaré

  Jacob es el protagonista de nuestra historia, pero ¿quién era él?

Jacob era el segundo hijo de su familia, lo que significaba que ocupaba el segundo lugar en todo. Así que, en su afán por cambiar esta situación, se propuso engañar a su hermano mayor Esaú para que le vendiera su primogenitura y luego a su padre para que lo bendijera.

 Sin embargo, la Escritura nos cuenta en el pasaje de hoy, una situación muy particular y un tanto extraña: después de años de huir de su hermano, Jacob se enfrenta a una figura misteriosa, que de acuerdo a grandes comentaristas bíblicos, se trata de Dios. Aunque esta es una historia singular, detrás de ella se esconde una gran ironía, pues la bendición por la que Jacob había luchado tanto durante toda su vida era la bendición que Dios siempre había querido darle.

 Esta es la lección de hoy: Hay que luchar por alcanzar las bendiciones que Dios nos quiere dar.

 " Y el hombre dijo: Tu nombre no será más Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido."( Génesis 32:28).

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