Alimentando nuestra insastifacción
Si un carro pudiera sentir insatisfacción, ¿cómo lo resolvería? La pregunta puede parecer extraña, pero considerémosla por un momento. Piensa en tu auto favorito. ¿Qué necesita para funcionar correctamente? Probablemente dos cosas esenciales: combustible y un conductor. Un carro sin conductor está desorientado, sin un destino claro y sin combustible, está paralizado, incapaz de moverse hacia cualquier dirección. Sin ambos, no puede cumplir con el propósito que fue planeado.
Nuestra verdadera satisfacción está en Dios ya que en él encontramos todo lo que necesitamos. Jesús en el Sermón del Monte que somos bienaventurados cuando tenemos hambre y sed de justicia. Sólo al tener estas cosas podemos estar satisfechos. No hay otra cosa más importante que estar en el reino de los cielos.
"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. "(Mateo 5:6).
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