Brilla como las estrellas

  En el siglo XVII, el historiador Thomas Fuller escribió: "Nacemos llorando, vivimos quejándonos y morimos decepcionados." Esta afirmación es para algunos una forma realista de ver la vida y para otros: una perspectiva bastante pesimista. No es sorprendente que, en un mundo donde la decepción parece inevitable, muchas personas recurren a la queja como su primera reacción ante las dificultades.

 Pero el Señor nos manda a vivir en la luz y a dejar esas conductan que no le agradan. Pablo les decía a los filipenses que no se quejaran ni discutieran, sino que brillaran con la luz de Cristo para que otros vengan a Él y se conviertan y les dice que se alegren por servir al Señor. Hay que estar alegres y contentos en toda circunstancia para reflejar la luz de Cristo en nuestras vidas.

  " Háganlo todo sin murmuraciones ni peleas, para que sean irreprensibles y sencillos, e intachables hijos de Dios en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como luminares en este mundo " (Filipenses 2:14-15).

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