Corre la buena carrera

  El apóstol Pablo nos dice que la vida de los creyentes es como una carrera en la que cada uno se esfuerza por llegar a la meta. El camino es largo y tal como sucede con los atletas, completar la carrera requiere de esfuerzo, disciplina, dedicación y mucha determinación. El mensaje del apóstol Pablo para nosotros es claro: ¡ No te rindas! ¡La carrera aún no ha terminado!

 Recuerda por un momento las dificultades con las que te has encontrado a lo largo de tu camino en la fe. ¿Cómo te sientes en este momento al recordarlas? Si esto lo comparamos con una carrera, reflexiona: ¿Estás corriendo con energía hacia tus metas o apenas puedes mantener el ritmo? Quizás en lugar de estar enfocado en tu propio carril, estás distraído mirando lo que hacen los demás.

 No importa cuál sea tu situación, las palabras de Pablo son un recordatorio alentador: tu vida con Jesús tiene un propósito y una dirección, incluso si hoy no puedes ver el panorama completo. En Cristo, tu carrera no es simplemente un recorrido, sino un hermoso viaje de crecimiento espiritual. Así que, si sientes que has tropezado o que avanzaste demasiado rápido, aún puedes hacer una pausa, recuperarte y seguir adelante. Sólo confía en el Señor y él te dará animo para seguir adelante.

" No es que ya lo haya alcanzado, ni que ya sea perfecto, sino que sigo adelante, por ver si logro alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús. " (Filipenses 3:12).

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