De principio a fin
Trae a tu mente un monumento arquitectónico impresionante, el que más te guste, puede ser la icónica Ópera de Sidney, el imponente Burj Khalifa o el encantador Disney Concert Hall. Ahora, retrocede en el tiempo y visualiza ese mismo monumento a medio construir, una estructura clara , solo acero y concreto. Ahora, cierra los ojos y escucha el sonido del caos, las maquinarias, la gente gritando, y los desafíos y problemas que surgen durante el proceso de construcción.
¿Dirías que esta obra maestra es un fracaso solo porque aún no está terminada? ¡Por supuesto que no! Prefirirías confiar en que el arquitecto sabe lo que hace. No se trata de cómo luce a mitad del camino, sino de cómo será y se verá al final. Mientras el trabajo continúe, siempre habrá esperanza de algo hermoso, ¿verdad? Lo importante aquí es avanzar, no alcanzar la perfección.
Ahora, quiero que lleves este mismo principio a tu propia vida. ¿Aplicas las mismas reglas?
En Cristo, eres una obra maestra en construcción,un proyecto sagrado que aún se está desarrollando. Tienes un Arquitecto que ha prometido completar esa obra, con detenimiento, detalles, formación y con gloria. Él ha prometido termina su obra en nosotros a pesar de nuestros errores. Sólo hay que seguir adelante confiando en Él.
" Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. " (Filipenses 1:6).
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