Nada se compara con él

    ¿ Te ha pasado alguna vez que has dejado de valorar algo porque encontraste otra cosa mucho mejor? Es muy frecuente que esto nos suceda con las oportunidades laborales, con nuestras posesiones, y en general con todas las situaciones que se presentan en nuestra vida, ¿cierto?

 Bueno, pues eso es precisamente lo que Pablo espera que nos suceda paulatinamente con lo que el mundo nos ofrece. Podría parecer que los placeres a nuestro alcance son lo más satisfactorio y la razón de nuestra felicidad, pero cuando descubrimos el gozo de conocer a Jesús, todo pasa a segundo plano.

 Es lo mejor que podría pasarnos en esta vida: conocer a Jesús y experimentar sus sufrimientos para ser como Él por la eternidad. Así la vale la pena vivir la vida que Él ha destinado para nosotros.

 " Y a decir verdad, incluso estimo todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por su amor lo he perdido todo, y lo veo como basura, para ganar a Cristo " (Filipenses 3:8).

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