Una vida valiente y libre de verguenza

  Como hemos aprendido en días anteriores, a pesar de que Pablo está encarcelado, no se siente abatido ni desanimado. Al contrario, su encarcelamiento fortalece su relación con Dios y su fe crece cada día más. Mientras él escribe su carta a los filipenses, más se llena de alegría al saber que Jesús habita en los corazones de esta iglesia ejemplar. Por tanto, Pablo, en vez de preocuparse o sentir incertidumbre, refleja una valentía y esperanza, y sin temor, continúa compartiendo el testimonio de Cristo en la prisión con total libertad.

 A veces las circunstancias no nos van a favorecer, pero es necesario ser valientes y firmes en nuestra fe para que así Cristo sea glorificado en nuestras vidas y otros lo puedan ver. Sigamos adelante.

 " ¿Qué diré, entonces? Pues que a pesar de todo, y de todas maneras, sea por pretexto o verdad, Cristo es anunciado. Y en esto me gozo, y me gozaré aún." (Filipenses 1:18).

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