Una pregunta con perspectiva

  ¡El último día del año ha llegado! Quizás ahora mismo te estés preparando para reunión con familiares o amigos, cuidando a los niños o planeando una noche tranquila. Sin importar tu situación, te invito a hacer una pausa para que conectes con Dios. Él está aquí, esperándote con los brazos abiertos.

 Un nuevo año trae consigo la promesa de un "nuevo comienzo". Sin embargo, a veces también despierta de arrepentimiento o insatisfacción. Al pasar de un año a otro, es fácil enfocar nuestra atención en aquellas metas no alcanzadas o en los sueños que siguen siendo eso: anhelos sin materializar. Es tiempo de enfocarnos en lo que Dios tiene para nosotros en el siguiente año. 

" Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. " (2 Corintios 4:18).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

María, un ejemplo de obediencia

La generosidad

Poderoso para guardarte