Sé misericordioso

  El perdón es uno de los conceptos más profundos que existen. Para practicarlo en su plenitud, requiere de virtudes como el amor, la compasión y la bondad. En teoría, suena hermoso, ¿verdad? Pero, en la vida real, otorgarlo o recibirlo puede ser bastante complicado y díficil.  Cuando leemos las palabras de Jesús sobre el perdón en la Escritura, nos llenamos de esperanza y alegría, porque él nos asegura que seremos perdonados. Sin embargo, cuando alguien nos ha herido, defraudado o traicionado, la historia cambia. En esos casos, muchas veces preferimos no pensar demasiado en perdonar.

  Jesús, una vez más, nos muestra que no podemos escapar de la verdad: si queremos vivir de acuerdo con su voluntad, debemos perdonar con la misma libertad y plenitud con la que Dios nos perdona. Puede que esta idea, como la generosidad sin reservas o el amor sin condiciones, te parezca radical e incluso imposible de llevar a cabo. Pero, ¿sabes algo? La buena noticia es que Dios lo sabe, y por eso nos capacita para perdonar cuando le entregamos nuestro dolor.

 " Por lo tanto, sean compasivos, como también su Padre es compasivo." (Lucas 6:36).

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