Cómo desarrollar relaciones significativas

  En los primeros capítulos de la Biblia, Dios aborda una necesidad fundamental: "No es bueno que el hombre esté solo." Ante esto, la Escritura dice que "Dios el Señor formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo." Tal vez, tú y yo podríamos pensar que los perros, gatos u otros animales serían buenas compañías, pero, según el relato bíblico, esto no era suficiente, pues más adelante nos dice: " Pero no se encontró entre ellos una ayuda adecuada para el hombre."

 De pronto, ocurre algo extraordinario: " Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un suelo profundo... y formó a la mujer... y se la presentó." Al verla, el hombre exclamó: "¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne!" Con estas palabras, la soledad del hombre encuentra su solución: Dios había creado para él una compañera, alguien como él , una verdadera ayuda y amiga.

 Jesús les enseño a sus discípulos que el verdadero amor se da cuando nos amamos unos a otros dentro de una comunidad. Él es el ejemplo supremo del amor al dar su vida por nosotros y aunque no estuvo casado, demostró su amor por sus discípulos y nos invita a seguir viviendo en amor unos por otros.

" Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando." (Juan 15:13-14).

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