El arte perdido del arrepentimiento
¿Sabes qué significa arrepentirse?
El arrepentimiento es una palabra que a menudo se malinterpreta. Quizás la asocias con juicio, culpa o temor. O tal vez, la primera vez que la escuchaste fue en la voz de un predicador enojado o como una herramienta para hacerte sentir culpable. Sin embargo, el verdadero arrepentimiento, el que viene de Dios, no es un peso ni una condena, sino todo lo contrario: es un regalo loebrador que nos lleva a estar más cerca de él.
Imagina esta escena: estás de campamento y la noche comienza tranquila y apacible. Pero a medianoche, estalla una tormenta. La lluvia golpea fuerte, el viento ruge, y te das cuenta de que cometiste un error: olvidaste revisar el clima. Estás perdido y el camino que tienes por delante se vuelve cada vez más peligroso. Entonces, ¿qué haces? Tomas una firme decisión: reconoces tu error, das la vuelta y regresas a tu casa.
Eso es arrepentirse. Es volver a Dios después de reconocer que estás en medio de una tormenta provocada por el pecado. No se trata de quedarte atrapado en la verguenza, sino de regresar al único que puede restaurarte.
David lo entendió bien cuando reconoció su pecado delante de Dios en el Salmo 51 y eso debemos hacer nosotros cuando cometemos un error: volver a Dios.
" Dios mío. ¡crea en mí un corazón limpio! Renueva en mí un espíritu de rectitud!" (Salmo 51:10).
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