Las montañas en el retrovisor

   Si profundizamos en el relato bíblico, vemos que Elías enfrentaba un desafío monumental: demostrar que el Dios de Israel era el único y verdadero Dios frente a los profetas de Baal. Después de un triunfo milagroso en el monte Carmelo, donde el fuego del cielo consumió su sacrificio, pensó que Israel se volvería a Dios. Pero, en lugar de arrepentimiento, recibió amenazas de muerte por parte de la reina Jezabel. Agotado, temeroso y desilusionado, Elías huyó al desierto y pidió a Dios que le quitara la vida.

  Pero Dios se mostró a través de un silbo apacible y delicado mostrandole a Elías lo que tenía que hacer. Elías discernió que Dios no estaba nada más en las grandes señales, sino también se manifestaba a través de una suave voz y que tenía mucho por hacer aquí en la tierra. A veces nos sentimos desilusionados porque no vemos ciertas cosas en nuestra vida, pero Dios nos anima a seguir adelante.

 " y cuando Elías lo percibió, se cubrió el rostro con su manto y se quedó a la entrada de la cueva; entonces escuchó una voz que le preguntaba: ¿Qué haces aquí, Elías? "(1 Reyes 19:13).

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