Navegando a través del conflicto
Una de las verdades con la que tenemos que aprender a vivir: ¡El conflicto es inevitable! En cualquier relación, ya sea con tu pareja, un amigo cercano o un familiar, los desacuerdos son parte de la vida. Pero aunque el conflicto no se pueda evitar, la desconexión no tiene por qué ser el resultado natural.
Hoy vivimos en una cultura donde enfrentar el conflicto a menudo significa evitarlo o, peor aún , rechazar completamente a la otra persona. En muchos casos, la conclusión final es simplemente: "excluir."
Sin embargo, Jesús nos ofrece una alternativa radical y transformadora. En lugar de ignorar, criticar o alimentar resentimientos, él nos invita a recorrer un camino más elevado: el de acercarse con un corazón abierto. Es sencillo pero poderoso: acércate. Hazlo directamente, en privado y, sobre todo, con amor genuino.
El Señor quiere que vivamos en paz y para eso hay que seguir sus instrucciones para evitar los conflictos. A veces nos saltamos los pasos y hacemos campañas en contra de otros, pero el Señor nos muestra un camino mejor: la reconciliación. Así como Él nos perdono, Él quiere que sigamos sus pasos.
" Por tanto, si tu hermano peca contra ti ,ve y repréndelo cuando él y tú estén solos. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano." (Mateo 18:15).
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