Una amistad más allá del miedo

    ¿Cómo te sentirías si tuvieras un amigo que estuviera contigo en todo momento y te prometiera que nada podría romper su compromiso contigo? Un amigo al que podrías contarle cualquier cosa, y con quien podrías ser tú mismo, sabiendo que, tanto en los triunfos como en los fracasos, siempre estaría a tu lado.

 Proverbios 17:17 nos recuerda: "En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano"; más adelante en el capítulo 20:6 cuestiona: "Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?" Bueno, estas palabras reflejan al amigo fiel que Elías encontró en Eliseo.

  El pasaje de hoy nos dice que Elías se preparaba para dejar este mundo, y en tres ocasiones intenta liberar a Eliseo de su compromiso, quizás para ahorrarle el dolor de la separación. Pero tres veces Eliseo responde con firmeza: "Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo."

 La relación entre ambos es tan hermosa que incluso podría parecernos imposible de creer, ¿verdad? Nos cuesta imaginar amistades tan profundas y comprometidas porque muchas veces vemos la amistad como algo fundamentado en la conveniencia o en la diversión, y no en el compromiso y la fidelidad. Sin embargo, la fidelidad es el núcleo de una verdadera amistad; la lealtad es tanto el principio como el fin de cualquier relación duradera. Dios nos llama a ser fieles como a la gente cercana a nosotros.

 " Cuando el Señor decidió llevarse a Elías, se lo llevó al cielo en medio de un torbellino. En ese momento, Elías venía de Gilgal con Eliseo, y alcanzó a decirle: Dios me está enviando a Betel. Tú quédate aquí. Pero Eliseo le respondió: Juro por el Señor y por tu vida, que no te voy a dejar. "(2 Reyes 2:1-2).

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