Jesús, nombre sobre todo nombre
En medio de un mundo lleno de conflictos, adversidades y luchas, es común preguntarnos ¿cómo es posible caminar por fe y no por vista? ¿Dónde está Dios en los momentos más díficiles? Todos en algún momento nos hemos preguntado esto, sobre todo cuando la vida es tan dura y las tormentas azotan con fuerza.
En el pasaje de hoy, el hombre del versículo 4 está cansado, y formula cinco preguntas clave:
"¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿ Quién conoce su nombre o el de su hijo?"
La palabra de Dios revela que la respuesta a cada una de estas cinco preguntas es la misma: Jesús, Jesús, Jesús, Jesús y Jesús. Él es quién ascendió al cielo y está a la diestra del Padre, y es solo a través de él que hemos podido ser reconciliados con Dios y por medio de él, todas las cosas han sido establecidas. Jesús es el nombre sobre todo nombre, y toda rodilla se doblará ante él. La evidencia de Dios y de su amor por nosotros se encuentra en Jesús.
Muy a menudo nos enfocamos en principios, cuando en realidad deberíamos concentrarnos en la persona de Jesús. Él es todo lo que necesitamos. La Escritura revela que el nombre de Dios y su naturaleza se encuentran en su Hijo.
" ¿Quién puede subir al cielo, y bajar de allí? ¿Quién puede retener el viento sobre sus puños? ¿Quién puede retener el mar en un paño? ¿Quién estableció los límites de la tierra? ¿Sabes su nombre, y el nombre de su hijo?" (Proverbios 30:4).
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