Lidia, un ejemplo de conversión

   Lo que se conoce sobre Lidia es muy poco, sabemos que ella provenía de una ciudad conocida por su producción de bronce bruñido, latón y telas de púrpura. Lidia era una mujer de negocios que fabricaba y vendía las costosas telas de púrpura, pero también era una mujer cuyo corazón buscaba adorar a Dios. Puesto que ella era una gentil, su acceso a una sinagoga era bastante limitado, pero fue en la orilla del río donde ella encontró el lugar al que pertenecía.

 Mientras el Apóstol Pablo hablaba, la Biblia dice que Lidia escuchaba y el Señor abrió su corazón. La palabra griega para "escuchar" indica un proceso continuo. En otras palabras, Lidia había escuchado antes a los que predicaban a la orilla de río y su relación con Dios había crecido, sin embargo, aquel día sucedió algo diferente. El Señor abrió su corazón a su misión en este mundo.

 El quiere usarnos para bendecir a otros y quiere que estemos atentos a Su voz. ¿Estás dispuesto?

 " Entre las que nos oían estaba una mujer llamada Lidia, que vendía telas de púrpura en la ciudad de Tiatira. Lidia adoraba a Dios, y el Señor tocó su corazón para que diera cabida a lo que Pablo decía. Cuando ella y su familia fueron bautizadas, suplicante nos dijo: Si ustedes consideran que soy fiel al Señor, vengan a mi casa y hospédense allí. Y nos sentimos obligados a quedarnos allí. " (Hechos 16:14-15).

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