Tu testimonio impacta

     Todo creyente sin excepción alguna, tiene un testimonio. La forma más poderosa de transmitir el mensaje de Jesús es contar la historia de cómo Dios transformó nuestra vida. Inclusive, podemos relacionar nuestra historia con algún relato bíblico. Por ejemplo, como la historia de la mujer del pasaje de hoy.

 La población de toda una ciudad llegó a la conclusión de que Jesús era realmente el Salvador del mundo (versículo 42). La vida de la mujer samaritana había sido trasnformada por su encuentro con Jesús. Ella volvió, y les animó a las personas de su pueblo, que fueran a ver a un hombre que sabía todo lo que ella había hecho, es más, ella creía que podría ser el Mesías (versículo 29).

 Realmente hay un gran poder en este testimonio. Esta mujer no tenía formación teológica ni comprensión de la doctrina cristiana, es más ni siquiera estaba totalmente convencida de Jesús. En el pasaje de hoy, ella no dice con gran convicción: "Jesús es el Mesías." Sin embargo, Dios la utilizó poderosamente en la evangelización. 

 Vemos que Dios nos quiere utilizar sin importar nuestro trasfondo para testificar a los demás de cómo Él tocó nuestras vidas.

 "y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído, y sabemos, que éste es verdaderamente el Salvador del mundo." (Juan 4:42).

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