La oración de Pablo por sabiduría e inspiración

   La Escritura nos instruye a orar por todo y en todo tiempo. Cuando llevamos nuestras peticiones delante de Dios, también es importante que recordemos quién es Él. El apóstol Pablo, por ejemplo, siempre tenía en mente el cáracter de Dios y alineaba sus peticiones con los deseos del Señor. En el pasaje de hoy, Pablo ora para que conozcamos a Dios en tres aspectos específicos.

 Primero, la esperanza de su llamado (versículo 18). La salvación nos da esperanza eterna, que no se basa en condiciones externas, sino en la promesa de la vida eterna. Teniendo en cuenta que este mundo nos dececpcionará, debemos fijar nuestra recompensa en la gracia que recibiremos cuando Cristo regrese.

 Segundo, la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos (versículo 18). Tenemos una herencia incorruptible, pura, imperecedera y eterna que está reservada para todos nosotros en el cielo. Por lo tanto, nada de lo que este mundo ofrezca puede compararse con lo que ya nos espera.

 Finalmente, la incomparable grandeza de su poder a su favor (versículo 19). Dios no nos ha dejado a merced de nosotros mismos para que tratemos de hacer lo mejor por nuestra cuenta. Su poder siempre está obrando para transformarnos a la imagen de Cristo y para establecer nuestra residencia.

"Pido también que Dios les dé la luz necesaria para que sepan cuál es la esperanza a la cual los ha llamado, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros, los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa, la cual operó en Cristo, y lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en los lugares celestiales" (Efesios 1:18-20).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

María, un ejemplo de obediencia

La generosidad

Poderoso para guardarte