El favor encuentra a los fieles

  Hay un dicho muy conocido: "el querer es poder." Para ir un paso más allá, si es la voluntad de Dios, entonces él mismo hará un camino. Donde Dios guía, él siempre provee. ¿Por qué? Porque el discípulo fiel siempre hallará favor cuando siga sus instrucciones.

 El profeta Elías estaba huyendo. Después de profetizar ante el rey Acab años de sequía en Israel, tenía sobre él una orden de arresto y, si lo arrestaban, ocurriría su muerte inminente. Al huir, Dios podía preservarlo y prepararlo para su futuro ministerio: la mayor obra de Elías sucedería en el futuro, cuando enfrentara un día a los falsos profetas de Baal. Pero, más que eso, en su escape, Dios lo protegería y lo posicionaría para recibir la provisión necesaria cuando se escondiera.

 Elías no tuvo más remedio que esperar a que Dios actuara. Recibió la instrucción de ir al arroyo de Querit, donde la provisión llegaría a él. Los recursos de Dios serían más que suficientes para ayudar a Elías en esta temporada de resistencia. El versículo 5 nos dice que Elías hizo lo que el Señor le ordenó. Él fue obediente y este es el secreto de nuestra provisión: hacer lo que Dios nos pide y cuando nos lo pide. ¡Nada más y nada menos!

 Después de que Elías obedeció y fue al arroyo de Querit, se quedó allí hasta que Dios le pidiera ir a otro lugar. Él obedeció de inmediato. Cuando Elías llegó, Dios fue fiel y le dio provisiones al ser alimentado por los cuervos y al beber del arroyo.

 ¿Eres como Elías? ¿Puedes responder a las instrucciones de Dios inmediatamente? ¿Tiene Dios que empujarte? ¿Provocarte? o ¿puede simplemente impulsarte? Acércate al Espíritu Santo e invítale a escudriñar tu corazón, a iluminar cualquier área que no esté rendida a él. Comprométe con una vida de total obediencia, para que Dios pueda reinar sobre ti.

   " La palabra del Señor vino a Elías y le dijo: Deja este lugar y vete a vivir por algún tiempo en Sarepta de Sidón. Ya he dispuesto que una viuda que allí vive te dé de comer." (1 Reyes 17:8-9).

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